La expresión “Efecto Mozart” se refiere a los efectos beneficiosos que puede producir a las personas escuchar las melodías del compositor W. A. Mozart. Durante la década de 1990 en Estados Unidos surgieron varias investigaciones y libros de divulgación basados en el famoso “Efecto Mozart”.
Este efecto se vio que podía beneficiar a los bebés, ya desde el útero materno, pero no de cualquier manera: se suponía que la música de Mozart los hacía más inteligentes. Se llegó a estas conclusiones desde diversos frentes, que pasamos a analizar y a desvelar si realmente está comprobado el “Efecto Mozart”.
El método Ferreró:
La Universidad de Wüzburg (Alemania) realizó en noviembre de 2009 un estudio en el que se demostró que el llanto del bebé varía según la lengua materna. Los bebés franceses de tres días aumentan la intensidad del lloro progresivamente, mientras que los bebés alemanes empiezan a llorar a todo volumen y después reducen la intensidad.
Además afirman que los bebés comienzan a aprender los aspectos melódicos de su lengua materna cuando están en el útero materno.
Beneficios de la música para los niños:
La música es un elemento fundamental en esta primera etapa del sistema educativo. El niño empieza a expresarse de otra manera y es capaz de integrarse activamente en la sociedad, porque la música le ayuda a lograr autonomía en sus actividades habituales, asumir el cuidado de sí mismo y del entorno, y ampliar su mundo de relaciones.
La música tiene el don de acercar a las personas. El niño que vive en contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación mas armoniosa. A esta edad la música les encanta. Les da seguridad emocional, confianza, porque se sienten comprendidos al compartircanciones, e inmersos en un clima de ayuda, colaboración y respeto mutuo.
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